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Cada día los psiquiatras vemos más insomnios, en pacientes que les cuesta mucho iniciar el sueño.

Estar triste, sin humor, con pocas ganas de hacer cosas, no disfrutar ya con las que habitualmente lo hacía, es también una de las experiencias que nos ofrece la vida.

Vivimos una época convulsa en la que estar tranquilo, animado y sin miedos o temores parece una excepcionalidad. Es casi mayoritaria la situación en la que, por diferentes cuestiones, siempre estamos preocupados, agobiados o intranquilos.